LA TUMBA DEL DIABLO

 

    Cuentan que el último velador que trabajo en este panteón, durante las noches cuando se disponía a cerrar el lugar -después de su acostumbrado rondín-, veía a un hombre vestido de manera elegante que salía del mausoleo de la familia Arévalo, se dirigía a la capilla del panteón y regresaba para luego perderse en el interior del mausoleo.

    Después de tantas noches, cuando el velador hace su recorrido acostumbrado para cerrar el cementerio, ¡de nueva cuenta ese elegante hombre estaba dentro del mausoleo una ves mas!. Este caballero se encontraba de espaldas, es decir, viendo al interior de la pequeña capilla del mausoleo.

    Cuando el velador finalmente se decide a reclamarle por estar dentro de la tumba sin el permiso del propietario, aquel ser voltea para quedar de frente al velador ...y este se queda sin moverse, pues lo que tiene frente a el es algo que mataría a cualquiera del susto... frente a el tiene, nada menos que... ¡al diablo!

    Aquel hijo de las tinieblas, con uñas de tamaño descomunal, le hace una seña con la mano al paralizado velador, invitándolo a pasar a aquel lugar.

    Cuando el señor velador recobra fuerzas -no sabe ni de donde-, corre y se encierra en el cuarto que ocupan el y su familia, y comienza a gritar desesperadamente:

    -¡El diablo esta en el panteón!, ¡el diablo me quiere llevar!, ¡el diablo viene por mi!

    Su familia escucha aquellos desgarradores gritos y corren a auxiliarlo. Tocan la puerta para que les abra, pero el no lo hace. Al ver que no lo podían convencer y que les impide entrar al cuarto a descansar, se van a dormir por ahí, con algún vecino que se apiade de ellos.

    A la mañana siguiente van a buscar al jefe de la familia, pero por desgracia lo encuentran en la misma situación: seguían los gritos de terror de la noche anterior. Al no  ver cambio alguno, deciden sacarlo por la fuerza, una ves fuera de aquella habitación, se dan cuenta de que el velador esta completamente loco. Lo internan en una institución mental. Lamentablemente muere a la edad de 40 años y sin poder borrar de su mente aquella noche de terror... 

   

                                                           

 

    No obstante, hay otras personas que afirman " que uno de los miembros de la familia Arévalo tenía pacto con el diablo, y que había muerto sin haber cumplido su parte".

    Quizá por eso el espíritu del mal, cuando iba a penetrar en aquel mausoleo, primero pedía permiso a la capilla para poder penetrar al interior de aquel monumento de la familia Arévalo...