EL PIRATA

 

    Los espíritus deambulan son almas en pena que no han encontrado el descanso eterno; llevan secretos que celosamente ocultan con el fin de perjudicar en vida, pero que por alguna razón, al caer la tarde, aparecen pidiendo ayuda para encontrar la luz eterna que guíe su camino al descanso. Esta es la leyenda del pirata.

    Durante el día, el mar da una sensación de tranquilidad, como si estuviera dormido, pero en la noche desde sus adentros parece enfurecer y golpea con gran fuerza invadida por una extraña sensación. El agua y el viento entonan grandes y profundos lamentos como si fueran cómplices secretos de los mas extraños sucesos.

    Corría el año de 1830 en las costas de Nayarit, Jalisco y Colima. Al amanecer, diferentes embarcaciones se alistaban para salir a las aguas mas profundas. Todos los marinos se frecuentaban, y con el paso del tiempo aprendían a respetarse y cuidarse los unos a los otros.

    Pero había un barco distinto, enigmático, al que todos temían. Pocos conocían a su capitán, hombre de carácter enérgico, frívolo, que cometía en alta mar los mas terribles asaltos conocidos hasta ese momento.

    A la misma hora, su poca tripulación salía junto con todos los demás, pero su fin era otro, por algunas horas seguía la trayectoria de un barco escogido al azar, y en unos instantes lo abordaban para robar y nuevamente volver a su embarcación, de donde partían entre risas y burlas.

    A la caída del sol, el pirata y su tripulación llegaban al puerto, y sin explicación alguna, solo daban algunos centavos a su gente para partir en la oscuridad; ahora el destino del pirata era desconocido e incierto.

    Desembarcaba en tierras muy lejanas, observaba por largas horas los objetos, joyas y monedas robadas. De manera desesperada excavaba profundos hoyos para guardar su tesoro, y posteriormente, con puñados de tierra, los cubría perfectamente para que nadie pudiera sospechar.

    Después tomaba su embarcación y regresaba al puerto, con una presencia extraña, con la mirada que producía temor caminaba por el muelle, no se le conocían amigos, novia o familiares. Siempre estaba solo.

    Pero un día sucedió algo muy extraño, el pirata regresó una tarde, camino muy de prisa entre gritos y alborotos. Traía en los brazos a un niño de escasas horas de nacido, subió rápidamente al barco y partió con el.

    De su madre nada se supo por que le arrebataron a su hijo y ni siquiera pudo reclamarlo, el niño fue creciendo en completa soledad. Los años pasaron y el pirata seguía robando barcos, ahora con mas violencia. Su hijo creció en el mar, solo su padre lo bajaba en el puerto cuando desembarcaba a su tripulación para partir a desconocidos lugares.

    Su hijo nunca estuvo deacuerdo en las fechorías de aquel hombre, ni mucho menos con su forma de actuar, así se lo hacía saber a su padre ya viejo y cansado cuando este le proponía ser el nuevo capitán. De manera firme y despectiva su respuesta era siempre la misma: NO. Esto desencadeno la furia de su padre y la sed de venganza.

    Al poco tiempo murió el pirata y solo algunos tripulantes lo rodearon en su lecho de muerte...de su hijo nunca se supo. Así que cumpliendo al pie de la letra lo jurado en vida, no le dijo a nadie donde enterró el tesoro que por años oculto. De manera malévola logró su cometido, se llevo esa interrogante a la tumba, que lo ha perseguido por el resto de la eternidad.

    Su espíritu no ha encontrado el descanso eterno, y el secreto que oculto celosamente en vida lo persigue hasta donde se encuentre, convirtiéndose en un ancla que no lo deja partir a mundo de los muertos y le recuerda el reflejo de su rostro en la sepultura.

    La leyenda cuenta, que si una persona, en sus 5 sentidos reza un rosario completo con devoción por el descanso de su alma, a las 12 de la noche el se le revelara y le dirá donde están los tesoros que por tanto tiempo oculto  y que ahora no lo dejan descansar...